El Suboficial Mayor Adrián Benítez, subjefe de la comisaría número 33 de San Juan del Paraná, habló sobre la vulnerabilidad de tres menores: dos niñas de 2 y 4 años, y una bebé de apenas 4 meses.
Al llegar a la vivienda, encontró a una mujer de 50 años que le informó que su hija, madre de las pequeñas, había salido de casa en horas de la mañana y aún no había regresado. La situación era alarmante: la bebé solo había consumido té de anís y llevaba varios días sin leche, mientras que las otras dos niñas también estaban con hambre, expuestas a una grave negligencia.
Poco después, la madre llegó en un estado aparente de ebriedad. En un acto de agresión, primero atacó a su madre y luego le arrebato la niña de 4 meses, arrojándola sobre la cama. Frente a esta situación, el Suboficial Benítez no dudó en actuar; decidió detener a la mujer y poner los hechos en conocimiento de la fiscalía. La fiscal Gisela González ordenó la detención de la madre tras considerar la gravedad de la situación.
Sin embargo, la intervención del suboficial no terminó ahí. Compasivo con el sufrimiento de las niñas, viajó hasta la ciudad de Encarnación y adquirió leche, pañales y un biberón para la bebé, además de alimentos para las otras dos niñas. «Como padre, no podía quedarme de brazos cruzados ante esta situación. Actué de inmediato y comuniqué lo sucedido a todas las instituciones para que pudiesen asistir a la familia», expresó el policía.
En la actualidad, la mujer se encuentra a disposición del Ministerio Público, que evaluará el futuro de las menores. La historia pone de relieve la gravedad del abandono y la necesidad de proteger a los más vulnerables, así como la importancia de la intervención de agentes del orden comprometidos con el bienestar infantil.